
Esto es algo muy común entre los usuarios noveles de cosmética natural e incluso entre quienes fabricamos nuestros propios cosméticos, sobre todo cuando somos principiantes.
Existe una tendencia inequívoca a asociar lo químico o sintético con malo malísimo. Eso, sumado al reclamo comercial de muchas marcas que nos meten por los ojos, muchas veces a precio de oro, sus “champús libres de sulfatos u otros químicos y/o sustancias artificiales” (y, nosotros por supuestísimo que los compramos aunque no tengamos ni pajolera idea de que son, “porque nosotras lo valemos”) hace que el grado de confusión sea máximo.
He de reconocer que yo misma he mirado 5.490.980.948 millones de etiquetas buscando los famosos champús sin sulfatos, antes de tener ni la más remota idea de lo que eran ni para qué servían los susodichos.
Existen muchísimas marcas que basan su publicidad en atacar a los productos químicos, que bien podrían dedicar el tiempo en explicarnos cuáles ponen ellos en su lugar y porqué creen que son mejores.
Para empezar a desmitificar los químicos, y a entender qué son, podríamos comenzar diciendo que el agua que bebemos y el oxígeno que respiramos son precisamente eso, químicos.
Y que nuestro cuerpo está lleno de ellos, algunos realmente indispensables para la vida. De hecho, en la definición de sustancia química (materia homogénea, cuya composición es fija y químicamente definida, compuesta por átomos, unidades formulares y moléculas) no leemos la palabra toxicidad ni tampoco derivados de ella ni sus sinónimos (tóxico, venenoso….).
Podríamos empezar por aquí o por comentar también que, la mayoría de intolerancias y alergias (alimentarias o no) están causadas por alimentos y otras sustancias naturales y que se tratan con medicamentos sintéticos, y nadie se asusta.
Y es aquí donde viene el otro mogollón porque, en un alto porcentaje de las ocasiones, confundimos lo químico con lo sintético. Y aquí es donde quería llegar yo.
Muchas de las personas que se inician en el mundo de la cosmética natural (entre las que incluyo) como consumidoras o aficionadas creo que tienen o han tenido esta duda en alguna ocasión.
En una ocasión, una de las chicas con las que coincidí en mis múltiples formaciones llegó a decirme que, si se había iniciado en este campo, era para “huir completamente de los químicos y usar solo cosas naturales como ingredientes”.
Bien sabido es que no hay mejor mascarilla para el pelo que untárselo de mayonesa, o ponerse una mascarilla de aceite de oliva y huevo y dejárselo en plan cataplasma no sé cuanto tiempo (porque jamás lo he intentado) antes del lavado, pero sinceramente, no lo veo operativo.
Una sustancia química tampoco es lo mismo que una sustancia sintética. Entendiéndose por esto último, todas las sustancias que han sido sin-te-ti-za-das y/o elaboradas (creadas por el hombre) en un laboratorio y que perfectamente pueden derivar de una sustancia completamente natural, como es el caso de los emulsionantes y los tensioactivos.
Es decir que existen productos sintéticos en cosmética natural así como también elementos químicos como el zinc o el calcio, siendo este último un elemento fundamental en nuestro sistema óseo.
Claro que existen sustancias químicas que son nocivas, por supuesto, pero también sustancias naturales que lo son, y mucho, y el ejemplo más evidente son los aceites esenciales (mezcla de hidrocarburos complejos y otros químicos que se extraen de las plantas, normalmente, por destilación y de los que hablaremos en otra ocasión) con los que, por todas las “potingueras” es bien sabido, tenemos que tener mucho cuidado porque, mal empleados, pueden resultar altamente tóxicos, pudiendo causar incluso la muerte, si llegan a ingerirse sin la supervisión de un especialista.
Pero ya sabes, “no problem”, si tienes dudas en relación a este tipo de sustancias contacta conmigo y encontraremos la forma de ayudarte.
También, si lo prefieres, puedes dejarme tus comentarios a continuación.😘
Creo que voy a aprender mucho contigo así que me quedo por aquí, gracias!
Hola Maribel. Perdón por la tardanza en responder a tu comentario. Me ha costado aclararme con el funcionamiento del blog. Que decirte, que espero que así sea, que aprendas mucho y que estoy encantada de que te quedes. Un abrazo gordo
Muy interesante el artículo. Abre literalmente la caja de Pandora. Así que, como Maribel, aquí me quedo a la espera de hincarle el diente al asunto.
Y de momento: que son los sulfitos y para que sirven? Porqué el metodo curly los destierra?
Gracias Teresa. Me alegra que te guste, y que te sirva. En cuanto a la pregunta que me haces, entiendo que te refieres a los sulfatos y no a los sulfitos. Ambos son sales. Los sulfitos se utilizan en la industria alimentaria como aditivos conservantes y, los sulfatos, son detergentes. En general están demonizados no solo por las curlys sino en general por todo el mundo (aunque el 90% no tenga idea de porqué y solo busque champús sin sulfatos porque lo escuchó en algún lado, como alguna vez me pasó a mi). Continuando con la duda son agentes limpiadores (muy) y precisamente son conocidos porque, debido a su gran poder de limpieza, pueden llegar a ser muy irritantes. Algunos, como el Sodium Lauryl Sulfate (Lauril Sulfato de Sodio o SLS) tienen una molécula muy pequeña y penetrante y, de por si, es mucho mas abrasivo que cualquier otro sulfato (aunque a mi y a muchos como a mi, no nos irrite). Pero esto le pasa también al ácido glicólico, que se usa como peeling químico (exfoliante) y, utilizado con cabeza (nunca mejor dicho en el caso de los champús con sulfatos) no es ni tóxico, ni cancerígeno. El SLS se ha ido sustituyendo por el Sodium laureth Sulfato o SLSE, de molécula más grande y, por tanto, menos abrasiva.
El hecho de que los sulfatos estén desterrados en el método curly es por su gran poder de limpieza y, por tanto, deslipidización. Teniendo en cuenta que, muchas curlys no usan champús sino sólo acondicionadores en sus rutinas capilares (para mi esto es un error brutal) para mantener el rizo hidratado, pues tú veras….. osea, el método curly aboga por el uso de champús con muy baja detergencia. Osea, todo lo contrario que hace el sulfato. El sulfato es un ingrediente que hace muy bien lo que tiene que hacer que es limpiar y tiene una detergencia máxima. En mi opinión, creo que el problema no es el sulfato en si sino el hecho de que este no esté contenido en una fórmula lo suficientemente equilibrada en cuanto a detergencia e hidratación….. pero no tengo la verdad universal, mas que nada porque tampoco sigo este método. Igual, con suerte, alguna lectora curly se pronuncia. Espero haber aclarado tu duda. Gracias por el comentario